Bienvenida

Bienvenida a Volver a Casa en el Solsticio de Verano, una de las 9 etapas del ciclo Anual: Volver a Casa: Viaje Interior Hacia Ti Misma.

Durante toda la primavera hemos estado recibiendo los rayos del Sol que han hecho crecer a plantas, arboles y animales. Ahora nos encontramos en el apogeo del año, la culminación del ciclo de crecimiento y la llegada a la plenitud. El Sol se eleva cada día hasta el punto más alto que pueda alcanzar, elevación que varía dependiendo de lo cercana que estés al ecuador de la Tierra.

Mientras la Naturaleza expresa la plenitud de la vida, nosotras también podemos acceder a sentir lo mismo, puesto que somos parte de la Madre Tierra.

En este viaje interior empezamos alineándonos con las energías que trae este tiempo de año.  La palabra Solsticio viene de Sol quieto. Es el tiempo de mayor diferencia de duración entre la noche y el día. En el Solsticio de Verano, el día se extiende, tomando el espacio a la noche, justo lo contrario que en el Solsticio de Invierno.

Si la Naturaleza ahora fuera una mujer, esta sería una mujer con un vientre lleno de vida. Es el momento del alumbramiento, de dar a luz a una criatura, a un propósito concebido en lo profundo del alma.  Es el espíritu encarnándose en la materia y nosotras somos el recipiente que gesta y madura aquello que ha de llegar. Somos el canal de entrada a este mundo para experimentar una vida física. Por eso, los arquetipos femeninos y diosas antiguas vinculadas al Verano son las más veneradas ancestralmente, pues muestran la energía de la Madre, de la cual, ninguna cultura puede prescindir. De ahí que muchas veces el entorno (sobre todo pareja y familia) presiona para que traigamos un bebé al mundo.

Aunque la maternidad no formará parte de la vida de todas las mujeres, no nos es ajena a ninguna, bien porque la deseemos, o porque lo que busquemos sea una vida más creativa, puesto que esta es la naturaleza femenina, solo que la creatividad puede tomar formas insospechadas y culturalmente poco valoradas, como por ejemplo, las labores del hogar o artesanales.

Pero el mundo necesita cosas hechas a mano y con amor, creadas con dedicación y belleza. Estoy segura de que muchas mujeres somos más felices cuando nuestra vida creativa es rica y nuestra plenitud es como un faro que ilumina a todas aquellas personas que están cerca, pues una mujer realizada irradia.

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